Hace algunos días, un Ministro de Estado declaró que Bolivia hará negocios solamente con países “amigos” y que “guarden relación estrecha con los intereses estratégicos del Estado Plurinacional”.
Estas declaraciones se hicieron en referencia a la decisión gubernamental de llevar la carga boliviana de exportación por puertos peruanos en desmedro de los chilenos. Al margen de que sería deseable que se intente mejorar las condiciones que actualmente ofrecen los puertos peruanos, parece claro que la elección de cuál utilizar es privativa de quienes pagan por su utilización, es decir, los empresarios; quienes seguramente elegirán el puerto que mejores condiciones generales ofrezca para cada caso, al margen de amistades y/o enemistades.
Es inevitable darse cuenta que incluso el gobierno revolucionario de Venezuela no se hace problema al tener a los EE.UU. como a uno de sus principales socios comerciales. Y algo parecido pasa entre China y EE.UU. (¿Amistad? ¡No! ¿Negocios? ¡Sí!)
Volviendo a las declaraciones citadas en el primer párrafo, el Ministro mencionado parece haber olvidado una máxima básica del ámbito diplomático: En Relaciones Internacionales no existen amigos ni enemigos, solamente intereses. De esta afirmación puede deducirse fácilmente que el único país que guarda estrecha relación con los intereses estratégicos bolivianos… ¡es el nuestro! Es posible, claro, que en algún momento y bajo ciertas circunstancias, algunos Estados compartan un interés común, pero dicha coincidencia será solamente circunstancial, pues los únicos intereses estratégicos realmente importantes son los propios.
Llevando las afirmaciones ministeriales a un plano mucho más reducido, ¿Acaso deberíamos –por ejemplo- vender nuestro vehículo usado solamente a nuestros amigos o a quien nos “caiga bien”? Seguramente quienes alguna vez estuvimos en esa situación buscamos a quien tuviese la posibilidad y la voluntad de pagar lo solicitado, sin consideraciones afectivas de por medio.
Más aún, quienes trabajan como dependientes ¿Deberían renunciar si su jefe fuese una persona aborrecible? Mala noticia para los desempleados, que en caso de hacer suyo el criterio ministerial comentado, además de buscar un trabajo –tarea ardua por sí sola- deberían exigir que el contratante les dispense su amistad.
En fin, solamente queda agradecer que el Ministro en cuestión no sea titular de una cartera relacionada directamente al comercio exterior boliviano, y esperar que su influencia no llegue a ella.Artículo publicado en el periódico "Página 7" el 4 de Abril de 2013:
http://www.paginasiete.bo/2013-04-04/Opinion/Destacados/17Opi00204-04-13-P720130404JUE.aspx
como se dijo en El Padrino: "nada personal son solo son negocios"
ResponderEliminarSi bien el comercio exterior boliviano en el 2013 registró cifras importantes tanto en las importaciones como en las exportaciones, el análisis crítico de las cifras según el “ Instituto Boliviano de Comercio Exterior” y el Banco Mundial da cuenta de la necesidad de trabajar por una mayor diversificación de la oferta exportable con valor agregado a fin de no seguir dependiendo de los productos y mercados internacionales, lamentablemente esta es la situación no solo de Bolivia sino también de Latino América debido a que la misma se encuentra bajo la influencia de las divisas extranjeras. (Informe Comercio Exterior Boliviano Gestión 2013)
ResponderEliminarY como estado, empresarios y estudiosos del comercio exterior debemos estar atentos a las señales que nos lanza el mercado ya que que durante la ultima década las relaciones diplomáticas, económicas y tecnológicas fueron en aumento siendo china el primer socio comercial, siendo que los días 28 y 29 de enero de 2014 la comunidad de estados americanos y caribeños (CELEC), compuesta por 33 países decidieron con Pekin el establecimiento de un foro de cooperación permanente, donde se establecieron 5 puntos del consenso de Pekin la misma que guía la política exterior de china: 1. Respeto a la integridad territorial y la soberanía absoluta de los estados. 2. La no agresión. 3. La no injerencia de los asuntos internos. 4. Igualdad y búsqueda de ventajas mutuas. 5. Coexistencia pacífica, consenso que a mi parecer son desiguales al igual que los numerosos acuerdos donde los grande beneficiarios son las grandes potencias y Bolivia al igual que América Latina permanecen como España en el siglo XVI donde la vaca la tenia la corona española pero el resto de Europa tomaba la Leche (Eduardo Galeano Le monde diplomatique/ Pag 20/ 2014)
No por algo el sueño chino es América latina ya que la misma no es mas que una proveedora de materias primas, siendo china el primer destino de las exportaciones que representan el 70 % vs el 91 % de las exportaciones Chinas para latino América. Podríamos ser optimistas como estado y estar orgullosos ya que las exportaciones bolivianas en el 2013 (sin reexportaciones “ni efectos personales”) sumaron 12.043 millones de dólares, cerca de 250 millones por encima del 2012, pero la realidad es que los procesos industriales y conocimientos tecnológicos están muy lejos de la región acentuando la reprimarizacion de las economías misma que únicamente genera pocos empleos y poca riqueza para la región.
Se muy bien que como estado debemos establecer y fortaleces las relaciones comerciales con todo el mundo, pero también debemos pensar en una sustitución competitiva de importaciones y evitar como en el 2013 tener un menor saldo positivo en la balanza comercial y por ende volver a la vieja historia del desbalance en el comercio exterior boliviano.
Pero como boliviano y como latinoamericano debemos generar sus propio aparato productivo, que en vez de duplicar las importaciones dupliquemos y tripliquemos las exportaciones al resto del mundo, que seamos capaces de generar nuestra propia tecnología, que los acuerdos comerciales no solo beneficien a dos o tres potencias como lo son actualmente china y EEUU, sino que beneficien a toda la región.
Al final de cuentas en las relaciones internacionales no existen amigos ni enemigos, solo intereses y ya es hora de que empecemos a velar los nuestros.